Empezaremos por afirmar rotundamente que NO.
El eslogan del autobús naranja, tan comentado estos días, hace referencia de una forma muy reduccionista a sólo una parte de las posibles realidades que existen en materia de la diversidad sexual: Aquellas en las que sexo biológico e identidad sexual “se corresponden”.
Sin embargo, existen múltiples realidades que difieren radicalmente de lo anteriormente mencionado, y no son ni mejores ni peores, sino simplemente diferentes. Y diferente NO es un término peyorativo ni negativo, es algo que considero necesario recalcar, ya que mucha gente vive su vida sintiéndose culpable por no ser “igual que los demás”. Pero precisamente, ninguno somos iguales a los demás…Entonces, tiene más sentido el hablar de DIVERSIDAD sexual, de un amplio abanico de posibilidades, porque nacer hombre o mujer no significa necesariamente ni que nos vaya a gustar gente del sexo opuesto al nuestro (orientación sexual) ni que lo que cerebralmente interpretamos como nuestra identidad sexual se corresponda con nuestros genitales o características sexuales (ya sea primarias o secundarias).
SEXO BIOLÓGICO, IDENTIDAD SEXUAL Y ORIENTACIÓN SEXUAL: TÉRMINOS QUE SE CONFUNDEN.
Dentro de nuestra labor como terapeutas, creo que uno de los más importantes es difundir información correcta y adecuada sobre términos que quizás se desconocían o sobre los que se habla muy alegremente pero sin tener mucha idea sobre los mismos.
Algunos de estos términos son la identidad sexual y la orientación sexual.
-
El sexo biológico es el que socialmente se nos asigna (es un constructo social) en función de los caracteres sexuales primarios que poseemos (es decir, nuestros genitales y órganos sexuales) entre otros.
-
La identidad sexual alude a la percepción personal (individual y subjetiva) que cada uno/a tenemos respecto a sentirse hombre o mujer. Tan simple como eso, es decir: Si yo o tú o él o ella se siente hombre o mujer. Cómo vivimos dentro del cuerpo que tenemos. La identidad sexual depende del cerebro porque es una percepción de la propia persona y empieza a hacerse consciente aproximadamente a los dos años (aunque puede ser más tarde). No es algo que se elige y no es algo que se decide cuando se es adulto.
Aquí cabría distinguir transexual (se ha llevado a cabo una reasignación de sexo) de transgénero (aún no se ha llevado a cabo dicha reasignación).
-
La orientación sexual hace alusión a nuestro deseo sexual y hacia quién lo dirigimos, es decir, la atracción física, erótica, afectiva hacia otra persona o personas.
Entonces, una persona transexual es alguien que ha nacido con unas características sexuales con las que no se identifica, es decir, puede tener un sexo biológico que no se corresponde con lo que él o ella vive como su identidad sexual. Esto es independiente de la orientación sexual, es decir, una persona transexual puede ser heterosexual, homosexual, bisexual, pansexual, polisexual o asexual.
¿QUÉ SIGNFICA ENTONCES TRAVESTI? El travestismo hace alusión al comportamiento e identidad transgénero en la que una persona, ya sea hombre o mujer, expresa a través de su modo de vestir un rol de género que se ha asignado socialmente al sexo opuesto PERO, a diferencia de la identidad transgénero o transexual, no siempre implica un deseo de pertenencia al sexo opuesto, sino que simplemente puede ser un modo de diversión y/o erotismo.
¿SABÍAS QUE EXISTEN ANOMALÍAS QUE AFECTAN A LOS CROMOSOMAS SEXUALES? Que dan lugar a una serie de síndromes en los que, individuos que son genéticamente hombres o mujeres pueden expresar características sexuales secundarias (vello, pecho, genitales…) del otro sexo. Pero esto lo explicaré en otro artículo para no hacer éste todavía más largo 😉
Con todo esto sobre la mesa, podemos ver la diversidad que existe en materia de expresión de la propia sexualidad y de cómo, una vez más, en la vida no hay sólo blancos y negros, sino también una amplia escala de grises de los que hemos de ser conscientes y aceptarlos como una forma más de SER, ni mejor ni peor, sino diferente, una más.
Igual que hay gente morena, rubia, pelirroja, con ojos verdes, claros, pardos, negros…Y no por eso son ni mejores ni peores, sino diversos, distintos. Abriendo un poco la mente podríamos ayudar a evitar el sufrimiento de las personas que se ven señaladas por ser “diferentes” pero se diferencian nada más porque no encajan en el blanco ni en el negro. ¿No sería más fácil entender y RESPETAR la escala de grises?
Aceptemos y, sobretodo, RESPETEMOS la DIVERSIDAD…Desde niños.