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El Orgasmo Femenino: Mitos y Verdades

 Sigue siendo un tabú hablar sobre sexo y hay mucha desinformación, dudas, y creencias erróneas alrededor de la sexualidad. También, el placer es algo muy subjetivo, con lo que no se tiene muy claro cómo han de ser nuestras relaciones para ser satisfactorias y placenteras. Hoy nos centraremos especialmente en lo relacionado con el placer y el orgasmo femenino.

¿Cuántos tipos de orgasmo existen en las mujeres?

Sigmund Freud distinguía entre dos tipos de orgasmo femenino, el vaginal (más “maduro”) y el clitoriano (más “infantil”). Aún hay algunos autores  y mucha gente que tiene esta creencia popular. Sin embargo, hay mujeres que tienen orgasmos sólo con la estimulación de sus pechos y otras que lo consiguen incluso sin estimulación táctil, únicamente contrayendo la musculatura pélvica… Así que casi diríamos que hay tantos  orgasmos como mujeres.  Finalmente, muchos terapeutas sexuales defendemos la idea de un orgasmo “global”, ya que, en realidad, el orgasmo es una descarga neuromuscular, consecuencia de múltiples factores: Sensoriales, hormonales, estimulación de zonas con alta concentración de terminaciones nerviosas, tensión de determinadas zonas musculares, etc.  

El orgasmo femenino: Mitos

Hoy en día, siguen existiendo diversas afirmaciones y creencias erróneas sobre el clímax que alcanzamos las mujeres. Se dan por correctas o por ciertas, como si fueran una verdad absoluta, cuando en realidad pueden generar confusión más que otra cosa y pueden interferir con nuestro disfrute durante las relaciones sexuales.

“No disfrutas, por eso no llegas al orgasmo”

No tiene por qué. No hay que reducir la relación sexual a la presencia o la ausencia de un orgasmo. Puede no haber sido una experiencia altamente placentera por diversas razones, cansancio, no estar óptimamente concetrada o cómoda… Pero también puede pasar que la relación sexual sea estupenda y no tener un orgasmo. Y no pasa nada.

Creemos, por error, que orgasmo y satisfacción sexual son lo mismo o están asociados, cuando realmente no es así. Se trata de procesos independientes, uno puede darse sin que se dé el otro.

“La masturbación hace que tenas menos orgasmos”

Al revés. Autoexplorarte te permite conocer mejor tu cuerpo y adquirir experiencia sobre cómo te gusta ser estimulada y por tanto, cómo obtener más placer. Las mujeres que se masturban tienen la facilidad de guiar a su/s pareja/s para conseguir la máxima satisfacción durante el sexo.

De hecho, se suelen emplear los ejercicios de Kegel para mejorar y aumentar la sensación de placer sexual. Son ejercicios más conocidos porque se emplean para ejercitar el suelo pélvico y tratar la incontinencia urinaria, para la preparación al parto en embarazadas, etc, pero son ejercicios muy interesantes para mejorar el bienestar sexual también.  Los ejercicios consisten en contraer  los músculos del suelo pélvico, que rodean el área pélvica  y vaginal, y tienen la finalidad de tonificarlos.

“Si la mujer no tiene orgasmos significa que es sexualmente inactiva, inhábil o incapaz.” El mito de la “frigidez”

Esta afirmación es completamente errónea, está obsoleta y además es misógina y sin fundamento. Como mencionamos antes, la sensación de satisfacción sexual no está directamente relacionada con tener un orgasmo, es decir, puedes tener una alta satisfacción y placer sexual y no alcanzar un orgasmo. Es más, ninguno de los miembros de la pareja tiene por qué alcanzarlo. No sólo no es conveniente crear una obligación de tener un orgasmo, sino que puede ser incluso contraproducente e incluso impedirnos tenerlo por la propia presión que nos autoimponemos de llegar, ya que estamos bloqueando nuestro placer.

Ahora bien, si sientes dolor durante las relaciones y ningún miembro de la pareja llegáis nunca al orgasmo y eso os produce malestar, es una buena opción acudir a un sexólogo o sexóloga para descartar que exista alguna disfunción sexual o alguna alteración emocional  que pueda estar interfiriendo.

Recuerda que una relación sexual va mucho más allá de llegar a ese clímax. Intervienen muchos otros factores  fisiológicos, piscológicos, sociales, culturales, motivacionales… Para sentirte realizada no es imprescindible sentir un orgasmo. Esto depende de cada persona y de cada caso en concreto.

El orgasmo femenino: Verdades

Veamos ahora las verdades sobre este momento de máximo placer en las mujeres.

El multiorgasmo

Al contrario que los hombres, que necesitan el llamado “periodo refractario”, que es un tiempo de recuperación tras el orgasmo, las mujeres no necesitan ese periodo de descanso entre un orgasmo y pueden encadenar uno con otro. No obstante, no todas las mujeres son multiorgásmicas ni es obligatorio serlo ni es raro no serlo, ni es un objetivo por el que obsesionarse. La satisfacción sexual, como vimos más arriba, no es necesario tener un orgasmo, ni varios, para estar sexualmente satisfecha.

“La pequeña muerte: pérdida de conciencia”

Al ser una descarga que puede llegar a ser muy intensa, se han descrito casos en los que se puede llegar a perder la conciencia: Este fenómeno es al que se conoce comúnmente como “pequeña muerte, muerte dulce o petite mort”. Es una especie de periodo refractario o de recuperación en forma de desvanecimiento o pérdida de conciencia por el que pasan algunas mujeres tras experimentar un orgasmo.

Los expertos sostienen que este fenómeno es debido a los cambios respiratorios especialmente intensos que contraen la aorta y tal presión sobre la arteria principal del cuerpo causa un exceso de oxígeno en sangre o hiperventilación, seguida de una mínima pérdida de riego sanguíneo en el cerebro que causa finalmente la pérdida de consciencia.

En recientes investigaciones sobre este evento, se ha escaneado el cerebro de numerosas mujeres mientras experimentaban un orgasmo y los resultados muestran que durante la estimulación del clítoris tiene lugar un notable aumento de la activación en zonas de la corteza primaria somatosensorial dorsal de los dos hemisferios del cerebro. Parece ser, pues, que el orgasmo produce una disminución en la actividad de dichas regiones, sobretodo en el lóbulo temporal, relacionado con el equilibrio, lo que podría explicar la afectación del equilibrio en algunas mujeres tras el orgasmo.

El orgasmo sincronizado

Puede ocurrir que ambos miembros de la pareja experimenten el orgasmo a la vez, pero no suele ser lo más habitual. Es una de las grandes fantasías que se reflejan en cine y televisión y, aunque es algo que se puede entrenar, acoplando los ritmos de ambos miembros de la pareja, no hay que obsesionarse. Y es necesario conocer bien el placer propio y el de la pareja. Pero recuerda: No por llegar al orgasmo a la vez con tu pareja vas a disfrutar más, necesariamente.

“Se puede tener un orgasmo sin penetración”

El órgano del placer por antonomasia es el clítoris y puede estimularse de distintas formas: Con los dedos, con la boca, con juguetes… Y es que el orgasmo femenino se da sin necesidad de una penetración, La relación sexual es mucho más que una penetración: Consiste en disfrutar de cada momento, de cada caricia, de cada beso… Por eso, el orgasmo puede alcanzarse de diversas maneras y si no se alcanza, la satisfacción sexual existe igualmente, si somos conscientes de que el sexo es mucho más que la penetración y mucho más que un orgasmo. Es una conexión que va mucho más allá y es mucho más versátil de lo que pensamos. 

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